Cuando Mies van der Rohe mostró su casa transparente con piezas de vidrio en Farnsworth House, en las afueras de Chicago en 1951, o cuando Philip Johnson ideó su propia casa para mirar a través de estructura en New Canaan, Connecticut, en 1949, las residencias eran consideradas rarezas arquitectónicas, experimentos que fueron solo vivibles en días de buen clima. En la actualidad, sin embargo, arquitectos y diseñadores han perfeccionado el concepto de la casa de vidrio, convirtiéndola en una opción popular para residentes con un gusto modernista y afianzando el deseo de convertirse uno con el entorno.
Una cubierta con forma de T extruida, que es también una pasarela, cubre una caja de vidrio; conformando con ambos elementos esta dramática casa diseñada por Fran Silvestre Arquitectos en Valencia España. Los arquitectos diseñaron una casa donde los residentes pueden caminar sobre la cubierta, admirar los alrededores y el paisaje circundante. La casa Hoffman tiene una reminiscencia de los proyectos modernos, juega con la idea de la privacidad y la apertura. Se visualiza como una caja expuesta de vidrio, pero está orientada para omitir la posible visual de los vecinos, protegiendo al mismo tiempo las habitaciones privadas. Gracias a la pendiente natural del terreno donde se ubica la vivienda, la misma se eleva sobre el nivel de la tierra permitiendo mirar sin ser mirado. Los dormitorios se encuentran el centro de la planta en una porción rectangular angosta, junto una serie de puertas corredizas que se pueden abrir y cerrar de un gran estar vidriado, el cual se vincula con la terraza y la piscina. La casa se eleva sobre un podio de piedra para marcar la diferencia con el paisaje natural. Donde el desnivel del terreno es más acentuado, se colocó un subsuelo debajo del podio de piedra. Este subsuelo aloja un garaje y una cava, proveyendo un acceso dramático hacia la parte superior de la casa.
Delicados cerramientos de vidrio se posicionan sobre un volumen de hormigón macizo conformando la estructura de la casa Toledo diseñada por el arquitecto español Alberto Campo Baeza. En un terreno de 60 x 40m con una pendiente de 10m, en el punto más alto se ubica un podio longitudinal, de 6m de ancho por 3m de alto y se extiende en la longitud completa del sitio. La casa se compone por una secuencia de dos niveles; una planta baja con habitaciones protegidas por una cubierta larga en forma de podio, donde todas las funciones se desarrollan, y un pabellón de hormigón con cerramientos de vidrio sin carpintería en el primer nivel. Creando un espacio transparente, visible desde los alrededores. Sustracciones en el volumen macizo transforman algunas habitaciones en patios descubiertos, los dormitorios se abren a estos patios abiertos hacia el cielo, otorgando privacidad, en lugar de hacerlo hacia los muros exteriores. Otro vacío funciona como una piscina en la terraza. Una vez más se utiliza el tema arquitectónico de lo tectónico versus lo estereotómico.
Muros acristalados se encuentran en todas las fachadas de la Glass Villa en el lago, en una construcción de tres niveles diseñada por el estudio danés Mecanoo. Los arquitectos diseñaron la vivienda más transparente posible para maximizar las vistas de su entorno escenográfico, sobre un lago cerca del pueblo de Lechlade. La idea de los arquitectos fue crear la sensación de vivir al aire libre sobre el agua. La vivienda tiene incluso un subsuelo debajo del agua. El principio fue crear una vivienda la cual combine transparencia con sustentabilidad, forjando una relación fuerte entre la villa y el paisaje. Fue creada desde el interior hacia el exterior con el objeto de crear vistas ininterrumpidas de la naturaleza circundante, proveyendo al mismo tiempo un refugio e intimidad. Para asegurar esas visuales de la naturaleza desde cada esquina de la vivienda, la casa presenta plantas interiores extensamente libres. Gracias al exterior vidriado, las áreas de estar y los dormitorios en los niveles más altos tienen por lo menos dos grandes aberturas. Vinculados con un atrio central, el cual conduce al jardín en la cubierta y al subsuelo parcialmente sumergido en el agua. Este espacio sumergido contiene una habitación de juegos, un cine y un jacuzzi. Las escaleras cosen todos los ambientes en un gran espacio central. Espacio central que conduce luz abundante al subsuelo. Con una paleta de color parcialmente negra en el interior, se eligió a modo de no distraer las vistas. Incluyendo mármol y pisos de madera oscuros. Los colores del interior se extienden hacia el exterior de la vivienda. La vivienda se diseña con el objetivo de lograr un vinculo estrecho entre la función y la sustentabilidad. Tiene un consumo energético bajo y hace uso de una variedad de tecnologías verdes; como paneles solares, bomba de calor geotérmica, triple vidrio, entre otros. Mientras que el atrio ayuda a reducir la dependencia de luz artificial.
La Glass House de Philip Johnson se declaró Monumento Histórico en 1997, es considerada aun una joya del movimiento moderno. La belleza de su composición sumergida en el paisaje circundante hace llegar gran cantidad de visitantes para vivenciar y conocer la propiedad todos los días, con las construcciones complementarias mezclándose con las líneas del horizonte y el paisaje, se puede sentir una sensación de infinito conmovedora.
El concepto de la casa transparente, cobra aun mayor relevancia cuando se incorpora al concepto, los criterios de sustentabilidad necesarios para lograr una vivienda eficiente y coherente con su entorno.
POR: ARQ. FLORENCIA OÑA
PUBLICADO: REVISTA CLUB HOUSE DE FEBRERO 2020.
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