Fue notable el interés por la nota publicada unos números atrás, con las tres propuestas para construir viviendas y edificios con materiales reciclados. Por ello es interesante explorar diversas propuestas en las cuales los materiales se utilizan y/o reutilizan de forma singular. En algunos casos para conectar con el contexto local, resaltar una cultura o conseguir un concepto arquitectónico relevante.
Kengo Kuma utiliza los materiales para conectar con el contexto local y los usuarios. Las texturas, sistemas constructivos y formas elementales se utilizan para desarrollar el concepto arquitectónico.
El museo V&A se ubica en la costa de la ciudad de Dundee en la parte Norte de Escocia. A parte de exhibir el arte de la colección, exhibe arte contemporáneo escoces y productos de diseño local. El museo se visualiza como un barco petrificado. El arquitecto ha creado una fachada compuesta por sucesivas capas horizontales de hormigón prefabricado, ofreciendo un juego de luces y sombra desde lejos y una textura delicada en la proximidad. Con el objeto de expresar en la arquitectura los extensos acantilados escoceses. Un gran vacío central se ubica en el centro del edificio, con el objeto de conectar la calle Unión con el paisaje natural del Rio Tay.
Del mismo modo Frida Escobedo diseña para el Serpentine Pavilion en Londres, un pabellón con elementos típicos de la cultura mexicana. El edificio consiste en un patio protegido por dos volúmenes rectangulares construidos con tejas para techo de hormigón. Estas tejas son apiladas en forma de celosía, un cerramiento típico de la arquitectura mexicana y latinoamericana. El cual es permeable y permite la ventilación y las vistas hacia el lado opuesto.
El patio del pabellón se orienta exactamente de Norte a Sur, referenciando el meridiano. En el interior se encuentra un espejo de agua y una cubierta curva espejada para reflejar la luz, enfatizar los cambios de la luz solar durante el día. El material cotidiano se utiliza como inspiración y como una expresión del tiempo y la historia.
El Museo Histórico de Ningbo, una de las ciudades mas antiguas de China, de Wang Shu recicló material de edificios tradicionales chinos. Es un edificio que se terminó de construir en 2008 de treinta mil metros cuadrados. Con sus tres niveles, el edificio presenta una fachada distintiva compuesta por escombros recolectados de los alrededores; donde los pueblos y las ciudades fueron demolidas para poder abrir áreas a nuevos desarrollos. En el área habían treinta villas que fueron demolidas. El arquitecto vio materiales con gran potencial, queriendo conservar esos materiales para que la gente del lugar pueda mantener algunos recuerdos. El museo se construyo con la técnica tradicional llamada wapan, en la cual múltiples elementos de diferentes tamaños son apilados para crear una estructura estable. El arquitecto trabajó en forma conjunta con una artesano para entender como usar diferentes tipos de materiales reciclados en el nuevo edificio.
Se incorporó hormigón en el edificio con la intención de contrastar con los elementos reciclados, a veces mezclándose en los mismos muros. Teniendo la posibilidad de diferenciar la procedencia de los elementos constructivos y su tiempo.
Desde tejas apiladas, capas de hormigón prefabricado a materiales provenientes de la demolición. Evidencian a la materia como un componente esencial de la arquitectura. Que puede convertirse en elemento distintivo, parte de la imaginación o parte de la historia. Siendo en muchos casos el elemento disparador de conceptos arquitectónicos claros e indiscutibles.
POR: ARQ. FLORENCIA OÑA
PUBLICADO: REVISTA CLUB HOUSE DE JULIO 2019.