Mejora el ecosistema urbano, aumenta la calidad de vida, optimiza la utilización de energía, mitiga los efectos del cambio climáticos y mejora la calidad del aire. ¿Qué pasaría si estos espacios verdes sumasen una característica más: generar alimentos?
Históricamente la humanidad ha vivido en contacto con la naturaleza, dependiendo de ésta para su supervivencia. Este vínculo se cortó a partir de la revolución industrial, cuando la actividad se trasladó a medios rurales y las ciudades se densificaron.
La naturación es un concepto que se está adoptando en varias ciudades alrededor del mundo, como España, Alemania, Estados Unidos, Australia entre otros, donde se estimula la incorporación de espacios verdes a nuestro medio inmediato, para generar un contacto directo con la naturaleza de forma cotidiana. Los espacios de cultivo urbano pueden conformarse de diferentes superficies, como balcones, terrazas, paredes, márgenes de circuitos viales, lotes y espacios públicos abandonados o en desuso.
El concepto de huerta a cuadros fue desarrollado en Estados Unidos, consiste en un jardín o huertos en forma de cuadros, donde se logra un uso intensivo del suelo. El cuadrado se parte en superficies mas pequeñas donde es posible tener variedad de cultivos. Las superficies se reparten de acuerdo a como se extienda la planta, por ejemplo, hiervas en secciones mas pequeñas que otras hortalizas. Por otro lado, la realización de compost en áreas reducidas y delimitadas tiene como ventaja el aprovechamiento de residuos orgánicos, que son transformados en un nuevo producto en vez de ser desechados.
La incorporación de áreas verdes en las ciudades podría darse en forma de auto cultivo, cultivo urbano o periurbano. Esto sería beneficioso tanto a un particular, como a uno global. Los cultivos urbanos reducen las distancias entre productor y consumidor y promueven el consumo local, ya que estos productos tienen menor consumo de combustible en su traslado y por lo tanto mejor costo -y generan menos emisiones de gases de efecto invernadero-. Se podría conseguir seguridad alimentaria en base a esta forma de producción.
Sin embargo, la agricultura urbana encierra algunas dificultades de implementación, los terrenos urbanos para implementar estos espacios verdes podrían ser terrenos residuales públicos o privados, pero requieren de control de aspectos agronómicos, sociales y criterios de ordenación urbana.
El mundo agota sus recursos 3 meses antes de que pueda producir nuevos. Esto quiere decir que la humanidad está sobrepasando la capacidad ecológica de la biosfera en casi un 35 por ciento. Si fuésemos capaces de cultivar nuestros propios alimentos, seriamos conscientes de lo que consumimos y el tiempo necesario para producir nuevos, y así comenzar a acomodar nuestros hábitos para volver a estar en armonía con la Tierra.
POR: ARQ. FLORENCIA OÑA
PUBLICADO: ECOMANIA
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