La arquitectura se refiere a la conformación o diagramación del espacio. Es el arte de construir espacios necesarios para hacer la vida de las personas más fácil y permitirles continuidad en el uso de actividades de descanso, de trabajo y de entretenimiento; además de brindar básicamente refugio.
El diseño creativo tiene que considerar requerimientos funcionales en relación a los aspectos económicos y las posibilidades técnicas. En otras palabras, es el arte y la disciplina de diseñar y construir edificios y ambientes físicos. Los cuales se insertan en ambientes construidos o ambientes naturales.
La disciplina además posibilita el entendimiento de aspectos culturales, intelectuales, históricos, sociales, económicos y ambientales.
Un buen ejemplo de ello es esta casa diseñada por los arquitectos WRB, un estudio ubicado en Suiza. La vivienda capturó toda la atención con el reconocimiento Swedish Wood Award. Es una casa de ocio para una pareja en sus 60 años. El concepto del edificio fue utilizado como una herramienta para ayudar a explorar las cualidades y sensaciones del sitio y su contexto natural. A través de un manejo consciente de la luz solar sobre superficies opacas y superficies permeables compuestas por la suma de listones de madera. De este modo es posible percibir el clima exterior haciéndose presente en el interior del edificio. Otro aspecto importante es la división de la planta en diferentes áreas, dependiendo el uso con las condiciones del clima exterior. Las funciones principales son concentradas en un área aislada, la cual puede ser calefaccionada en invierno. Durante periodos calurosos el área habitable se extiende a la galería contigua, espacios calefaccionados solo por el sol. Una cubierta de vidrio provee otra protección a la fachada.
Otro claro ejemplo de este entendimiento es esta residencia privada ubicada en Nueva Zelanda. Fue diseñada como una casa de esparcimiento de verano y no como una casa permanente. El proyecto fue desarrollado por los arquitectos HERBST. Refleja su búsqueda continua para lograr el mejor modo de vivir y sentirse conectado al paisaje y el clima natural de Nueva Zelanda. Su diseño distintivo permite convertirse en un objeto que forma parte del paisaje natural fusionándose con la naturaleza. La estructura de la casa es fragmentada, pero al mismo tiempo, los volúmenes se conectan entre si. Los pabellones son insertados orgánicamente al terreno, copiando el desnivel y maximizando las vistas. Esta increíble casa de verano abraza el paisaje y el sitio, alcanzando a la vez las mejores vistas. Esto se logra incorporado una estructura inusual y fragmentada.
La casa de verano diseñada por el estudio Danés CEBRA, muestra una cubierta extendida de los muros interiores con el objeto de crear terrazas protegidas en los limites. La cubierta extendida enmarca las vistas a los fiordos y el agua, con el objeto de promocionar la vida en el exterior. La cubierta se extiende para alcanzar los muros exteriores, creando la sensación de contar con una casa pequeña alojada en una casa más grande. Los espacios alrededor del perímetro envueltos por la cubierta se convierten en terrazas cubiertas, las cuales pueden usarse como una extensión de las áreas de estar, incluso cuando llueve. Los muros exteriores y cubierta son revestidos en piedra laja color negro, la cual se observa como un elemento solido, el cual envuelve el revestimiento interior de madera.
Existen variadas acciones o procesos en los cuales se puedan reflejar estrategias de proyecto para una casa de verano. Todos estos ejemplos reflejan el vinculo que puede tener una casa de verano con su entorno y en esta relación es donde se pueden fortalecer las características de cada espacio, desde el interior de una vivienda hacia el exterior y el paisaje natural donde ésta se implanta.
POR: ARQ. FLORENCIA OÑA
PUBLICADO: REVISTA CLUB HOUSE DE MARZO 2019.
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